abril 02, 2009

Pedro Prado, de 'Esta bella ciudad envenenada' (1945)






XIV



Con luz ardiente de mi sol escaso
de invisible caricia te ilumino;
refundo con el mío tu destino,
y te ato, sin atarte, en firme lazo.

Moldeándose en el mío va tu paso,
que sigue, sin saber, en mi camino,
ignorando tu cuerpo peregrino
que unidos van tu aurora con mi ocaso.

Tu estrella matinal empalidece;
la estrella de mi tarde se avecina;
mi destino ante el tuyo me parece

como el sol en la hora vespertina:
si enfrente de la luna resplandece,
la luna, de dulzura, lo ilumina.




XXX


Y ahora cuando nada solicito,
y a nadie busco y a ninguna espero,
tu amor acude, pero amarte evito;
callar, callar, callar sólo prefiero.

Todo esto baladí fué lo infinito!
Y de este engaño me engañé sincero!
Hoy, sin sangre, sin lágrima, sin grito,
tanto morir por él, al fin lo muero.

Quédanse así mirando frente a frente,
una sonrisa que en amar insiste,
y otra sonrisa toda indiferente.

Trocadas van las dos, y es la más triste,
no aquella que muerta ya no siente,
sí aquella solitaria que persiste.




XLVII


Si sólo imagen de una imagen fuiste,
reflejo de otra forma transitoria,
si vales cuanto vale la memoria
que con amarme y sin querer me diste;

si en el amor como un recuerdo existe,
y una amada mujer es la ilusoria
forma olvidada de una extinta historia
que en nuestra amnesia sin saber subsiste;

si eres el recuerdo de un recuerdo;
y un recuerdo a su vez fué la primera;
en las entrañas de mi vida oscura

en las que yo internándome me pierdo,
¿qué forma amada sin saber me espera,
y en el olvido de mi ser perdura?



V


Al otorgar el signo y el sentido,
tu esencia oculta en el amor depara
una inédita luz, toda una rara
presencia del mañana prometido.

No vives en el tiempo, eterna has sido;
quien en ti se encarnó, en mí dejara
nueva rosa perenne a la que atara
el misterioso amor apetecido.

Vencedora del tiempo, en cada ocaso,
prosigues sin pasar, río y camino;
ideal y verdad, ansia y fracaso,

certidumbre y mujer, ley y destino;
vino de sed y perdurable vaso
vaso trizado y perdurable vino.





De 'Esta bella ciudad envenenada', 1945, Imprenta Universitaria.