Un poema de Enrique Lihn
DESTIEMPO
Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobremente
y estos son, pues, los años venideros.
Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.
(Post a propósito de la lírica de Juan Santander:
'Si tu quieres ser feliz, anda a leer a Enrique Lihn
Vuela vuela, junto a Germán Marín')
1 Comments:
jajajajaja
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