marzo 15, 2009

Un poema de Enrique Lihn

DESTIEMPO



Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobremente
y estos son, pues, los años venideros.

Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.






(Post a propósito de la lírica de Juan Santander:
'Si tu quieres ser feliz, anda a leer a Enrique Lihn
Vuela vuela, junto a Germán Marín')